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domingo, 24 de noviembre de 2013

Texto de S.agustín


"Por tanto esta ventaja que tenemos sobre los animales  debemos cultivarla al máximo, y volver a esculpirla en nosotros  en cierta forma, y reformarla.  Pero, ¿quien podría hacerlo, si no  el artífice que la formó?. Pudimos deformar en nosotros la imagen de Dios, reformarla no podemos.  Tenemos pues, resumiendo todo brevemente, la misma existencia que la madera y las piedras, vida como los árboles, facultad de sentir como los animales y facultad  de entender como los ángeles.  Y así distinguimos con la vista los colores, con los oídos los sonidos, con el olfato los olores, con el gusto los sabores, con el tacto los calores, con el intelecto las formas de obrar.  Todo hombre quiere entender, ninguno hay que no lo quiera; no todos quieren creer.  Me dice un hombre "entienda yo para que pueda creer". Le respondo "Cree para que puedas entender".
   S.Agustín. Sermón 47.